Frutos de temporada veraniega

02 JUN 2017

Ahora que empieza el verano, nuestros puestos se llenan de color y alegría. Nosotros nos declaramos unos enamorados de los frutos de verano y, además, son grandes protagonistas de la dieta veraniega, por su frescor, sabor y su efecto saciante. Además, sus pigmentos de color tienen una acción antioxidante y nos ayudan a mantener nuestro sistema inmunitario sano.

–En junio empiezan las primeras ciruelas. Las hay de color rojo y amarillo, y las claudias. Son una fuente importante de fibra reguladora del tránsito intestinal. También son ricas en potasio, además de contener pigmentos (las antocianinas) que tienen un alto poder antioxidante y antiséptico. Podremos comer ciruelas hasta finales de septiembre.

–El verano es época de melocotones y nectarinas. Es la fruta con más carotenos (pro-vitamina A) y también contiene fibra y potasio. La nectarina aporta vitamina C.

-Otros protagonistas son los albaricoques, que se mantendrán hasta septiembre. Son ricos en potasio y, por su color amarillo y naranja, sabemos que contienen carotenoides, encargados de proporcionarnos vitamina A.

–También podemos disfrutar de frutas silvestres como los arándanos, la frambuesa, la grosella y las moras. Son muy recomendables porque tiene muchas propiedades: contienen fibra, potasio y vitamina C. Además, su color rojo y morado, tal como pasa con las ciruelas y las cerezas, contienen unos pigmentos antioxidantes (los antocianos) con un gran poder antiséptico previniendo las infecciones urinarias.

–Y las dos frutas reinas del verano son el melón y la sandía. Ambas son frutas ricas en agua. También contienen potasio y antioxidantes. En el caso del melón, tenemos los carotenos, y en el de la sandía, el licopeno, que le aporta ese color rojo tan característicos.

–En agosto, la higuera da los primeros frutos, que llamamos brevas. En octubre volverá a proporcionar frutos y entonces les llamamos higos. En los dos casos se trata de una fruta rica en azúcares, fibra y antioxidantes.