Consejos para una buena barbacoa

23 JUN 2017

Cuando llegan las vacaciones y el buen tiempo, no hay quien se resista a disfrutar de una comilona al aire libre convirtiendo a la barbacoa en la celebración gastronómica por excelencia del verano.

Pero no basta comprar carne y carbón y dar por hecho que todo saldrá bien. Es importante tener en cuenta muchos otros factores antes de empezar a cocinar: aromatizar las brasas, preparar el fuego, escoger un buen corte de carne, tener la parrilla bien caliente, preparar las salsas y no salar hasta el final ... son cuestiones que consiguen que la barbacoa o parrilla, sea todo un éxito.

Antes de ponernos en acción, es importante haber elegido bien los alimentos que vamos a preparar, buscando siempre la mejor calidad y frescura. Además, es fundamental tener los utensilios adecuados para poder prepararla.

En cuanto a la Carne, es sin duda uno de los productos estrella. Al estar en contacto directo con la parrilla y el humo de la madera o el carbón adquiere un sabor y olor irresistible. Es muy recomendable contar con distintos tipos de carnes para que nuestra barbacoa no se convierta en algo monótono y disfrutar de los diferentes sabores y texturas.

Hay que elegir una buena carne, ya sean chuletas de cordero, tiras de costilla de ternera cortadas al estilo argentino, butifarras, morcillas, salchichas... Los mejores cortes de carne son los que proceden del lomo. Los más conocidos, entrecot y chuletón. La parte inferior del lomo constituida por la falda y el costillar son también muy indicadas.

Las normas básicas para la carne son las siguientes:

Sácala de la nevera 2 o 3 horas antes.

Asegúrate de que la parrilla está muy caliente antes de poner la carne.

No empieces a cocinar hasta que no estén las brasas blanquecinas y sin llama.

Si echamos sal gorda en las brasas durarán más tiempo y provocarán menos humo.

Las piezas grandes las separamos más de las brasas para que se hagan a fuego lento y evitar qué se quemen por fuera y queden crudas por dentro.

Usa sal gorda y añádela en la segunda vuelta o justo antes de retirar la carne de la parrilla.

No pinches los alimentos como el chorizo, la morcilla, las salchichas… si lo haces perderán su jugo y quedarán más secos.

Para que las costillas queden muy jugosas y tiernas debes hervirlas durante una hora, secarlas muy bien, untarlas con salsa barbacoa y ponerlas en la parrilla.

Por otro lado, los pescados y mariscos son una buena alternativa para aportar variedad además de ofrecernos un amplio surtido para elegir: sardinas, atún, salmón, rape, dorada… crustáceos como los cangrejos, langostas, langostinos… moluscos como los mejillones, almejas… y los cefalópodos como la sepia y los calamares.

Además de esto, es aconsejable acompañar la carne con una guarnición de verduras como pimiento, puerros, berenjena, cebolla, calabacín…

El secreto de una barbacoa perfecta reside en sus brasas. El momento ideal para empezar a cocinar es cuándo la mayoría de llamas se hayan extinguido y el carbón tenga su tono rojizo característico. Sólo entonces deberemos empezar con la primera tanda.

También hay que tener en cuenta una norma básica, y esta es que hay que conocer el tiempo de cocción de cada alimento: no tardan lo mismo en hacerse unos chorizos, unas alitas de pollo o unos pimientos. Pero, además, tendremos que aprender a controlar las brasas. El error de todo parrillero inexperto pasa por no saber controlar la potencia a la que se están cocinando los alimentos, sobretodo la carne, lo que suele acabar en fracaso total, con las primeras tandas de la comida calcinada y las últimas raciones crudas.

Y finalmente los acompañamientos. Una buena barbacoa debe ir acompañada no solo de una deliciosa guarnición, sino también de unos aperitivos para ir abriendo el apetito y de un buen vino o cerveza.